lunes, 1 de febrero de 2010

White Blood Hunter.

Llueve. Parece que se está cayendo el cielo. Las vacías calles empezaban a ser presas de los profundos charcos. Y los temerarios coches que se atrevían a pasar dejaban tras sí un desagradable ruido a oscuridad. Me aparto de la ventana, es demasiado deprimente y además debo de empezar. Me acerco a la mesa, aún esta dormida. Le tomo el pulso, es lento pero constante, probablemente todavía no ha hecho efecto. Es el momento, tal vez un poco pronto, pero esta vez no pienso correr riesgos. La última vez que lo me arriesgué, la víctima acabo sucumbió antes de la extracción. Me acerco al maletín y cojo un precioso cuter negro, con seguro y antideslizante, una pena que vaya a acabar manchado. Me vuelvo ha acercar a la mesa pensando en un sonido, un sonido de esos que no sabes si lo oyes o lo piensas, uno de esos sonidos que te perforan hasta lo mas profundo de la cabeza, pero son leves y carecen de importancia. Eran como los pitidos de las teclas de un teléfono, pero lo desatiendo, no puedo perder más tiempo. Agarro con fuerza su mano y empiezo a hacer la incisión. Su fina piel se desgarra rápidamente y sin excesiva fuerza. Su sangre, blanca y pura, empieza a cubrir la herida. ¿Alguien la echará en falta? ¿Alguien la ama? Es una tortura tener que hacer un acto semejante tan frecuentemente. Guardo el cutre y pongo un pañuelo sobre la herida. Me quito los guantes. Oigo pasos, más de una persona, incluso palabras. La puerta cae abajo. Creo que eran cuatro, tal vez alguno más, solo recuerdo que entraron bruscamente y que era un rifle, un rifle al que ni siquiera se molestaron en ponerle silenciador. Me atravesó el hígado o tal vez la aorta, no lo sé, no soy medico. La otra fue directamente a la traquea. Miro al techo mientras escucho el armonioso y dulce ruido de los neumáticos pasar por el húmedo asfalto. Las cosas van desapareciendo, se me nubla la vista. Miro la herida y el charco de sangre a mi alrededor, de mi sangre oscura, de mi sangre negra.

3 comentarios:

  1. amo algunos de tus textos...con todos sus fallos y sus errores...cada una de sus palabras...

    ResponderEliminar
  2. que cuter tan cutre.

    no, en realidad coincido con maria, me encanta, y más me encantarian aun si los entendiera

    ResponderEliminar