domingo, 28 de febrero de 2010
The Most Selfish Part Of Us.
sábado, 27 de febrero de 2010
Off.
martes, 23 de febrero de 2010
We've Got The Choice.
lunes, 22 de febrero de 2010
Sunday Tars.
lunes, 15 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
Smile Again Again Again.
Odio La Gente A La Que Mi Felicidad Le Extraña,
Mi Felicidad Le Agobia,
Mi Felicidad Le Corrompe.
All Is Forgotten.
sábado, 13 de febrero de 2010
Hate.
Odio las sillas que cojean.
Odio el olor de los polvos talco perfumados.
Odio los lápices mordidos.
Odio las heridas producidas por folios.
Odio el sabor del jarabe para la tos.
Odio la gente zurda que finge ser ambidiestra.
Odio los bolígrafos que no escriben.
Odio la gente que no se da cuenta de que tiene el Bloq Mayús activado.
Odio las cajas fuertes abiertas.
Odio los mandos a distancia sin pilas.
Odio las contraseñas 1234 y 1111.
Odio las cosas que se repiten una y otra vez.
Odia la gente que se intenta suicidar, pero que en realidad espera que alguien le interrumpa.
Odio pensar en el pasado.
Odio que me hablen del futuro.
Odio los pronósticos del tiempo.
Odio las historias sin final.
Odio la pintura resquebrajada.
Odio el color marrón.
Odio los hipócritas que dicen a veces la verdad, y otras veces no.
Odio las frases que no empiezan por mayúscula.
Odio la gente que se deja manipular.
Odio los charcos al borde de la calzada.
Si hablamos de amar:
Tú.
miércoles, 10 de febrero de 2010
sábado, 6 de febrero de 2010
martes, 2 de febrero de 2010
Calamitous Morning Coffee Disaster.
Noche cerrada. Me aparto la sabana de la cara. Miro el reloj y me doy la vuelta. Me vuelvo a gira, miro el reloj, pero esta vez además del reloj, miro la hora. Son las cinco de la madrugada. No veo por qué no desayunar ahora si de todos modos lo tendré que hacer más tarde. Busco el interruptor de la luz. Busco el interruptor de la luz. Busco el interruptor de la luz. Desisto.Me fijo en la diminuta luz roja que deprenden los números del despertador. Bostezo. Cojo el despertador y a modo de linterna me dirijo con el hacia la puerta. A escasos centímetros de esta, mi novedosa linterna se apaga... ¿A qué clase de subnormal se le ocurre hacer un despertador con menos de cinco metros de cable? Encuentro en pomo, abro la puerta, es el armario. sigo mi búsqueda por salir de la habitación. Encuentro por fin la manilla y salgo. A punto de tropezarme y caer al suelo, me doy cuenta de que tras bostezar aun no cerré la boca, pero esta distracción me cuesta una perdida de control, lo justo para bajar las escaleras a modo de tobogán. Llego abajo, sangrando, ya que hacia el antepenúltimo escalón mi cuerpo sintió la necesidad de volcarse hacia delante, produciéndome una brecha en la ceja, una dolorosa lengua mordida y un contusión que me que me nubla la vista, lo cual produce una mezcla fatal de sueño más contusión más resaca la cual me permite andar con total facilidad por trazados en forma de ese. Atravieso la puerta de la cocina, nunca mejor dicho, y voy directo a la cafetera, ya que un domingo por la mañana, sin café no soy persona. "Cojo" la cafetera, se me cae al suelo, la recojo y noto como... como que pesa muy poco. yo creía que la había dejado llena por la noche, pero estaba vacía. Noto frío en los pies. Miro el suelo y no solo estaba descalzo, si no que la cafetera si estaba llena. Me dirijo hacia el armario para coger el paquete de café, pero resbalo y caigo. Me levanto, cojo el abrigo y me dirijo a la cafetería más cercana, una 24 Horas.
-Le Digo, señora, que no se preocupe, que lo del despertador, la sangre y el café de mis pies fue un accidente. Por favor, no llame a manicomio y sírvame un café.
The Apocalyptic Cristal Rain.
Atraviesa mi inútil paraguas,
mi absurda cara,
mis inocentes brazos y mis doloridas manos.
Mi torso,
mis piernas.
La lluvia,
cristalina,
no por su transparencia,
si no por su corte,
por su herida.
Lo que toca destrulle,
lo que amas,
lo que necesitas,
desgarra al tiempo y
destripa la inocencia.
Duele.
La llueva,
que por tu ventana resbala,
que a tu ventana pica,
que tu ventana atraviesa.
Tu cama, tu bunker,
y esas sabanas blancas.
Tu protección se desgasta,
se quema y se consume.
No sois nadie,
no busquéis respuesta.
Os avise, os avisamos.
Todo acabará hoy,
si no es hoy,
sera mañana.
A nosotros nos atravesará el cuerpo,
a vosotros,
el alma.
La lluvia,
la muerte.
Todo es efímero,
todo se corrompe.